
La quise tanto
que olvide la existencia de mis procreadores;
fue tan mía en lo fugaz
como una estrella que huye de la noche.
me tildaron de amante insensato y mentiroso,
pero mis falacias le daban vida
a mis suspiros.
La soñé de mil maneras;
la imagine de la forma más justa.
Es cierto que nunca y siempre fue mía
la autora de mis angustias.
Mentiras inventadas con precisión;
latidos que me juzgan,
sabiendo de mi dolor.
La estrella sigue su norte de fuego
y recorre el occidente muy precipitadamente;
el cielo se nubla
como el corazón de mi triste gente.
Y se escapa,
huye sin saber que la madrugada es su morada;
algún tonto con sus deseos de amor la fastidia
mientras se pierde en la infinita nada.
La estrella es fugaz
como yo soy fugaz en su vida;
herido esta mi ego,
corazón roto y alma destruida.
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