BIENVENIDO/AS, Sensibles del planeta.

Es evidente que hacer poesía precisa de una condición especial, innata en ciertos aspectos, adquirida en otros tantos. Pero lo que nunca puede faltar en el interior de todo aquel que es o aspire ser poeta, independientemente de su condición humana, de su formación académica y sus circunstancias sociales, es esa chispa de pasión que enciende y pone en marcha el motor de su imaginación, que lo echa a volar, que lo trasporta hacia mundos extraños cuya profanación está rotundamente prohibida al común de la gente, a aquellos que carecen de la sensibilidad y la delicadeza necesarias para transformar lo simple en complejo y lo complejo en simple, lo inexplicable en comprensible, lo misterioso en común, lo grande en pequeño, lo feo en atractivo, lo sublime en alcanzable… Por eso el poeta suele ser para muchos un ser extraño, dotado de cualidades excepcionales, incomprendido en muchos casos; pero respetable siempre, por sus dotes virtuosas de hábil receptor de las vicisitudes que ocurren en su entorno.

lunes, 20 de septiembre de 2010

LA CRUZADA


Se cruza en mi camino
Secuestra mi ilusión,
Y compone una balada
Con el latir de mi corazón.

Este suspiro interminable
Viene a participar de mis anhelos,
Solo sueño con tenerte
Darte mi alma en cada beso.

Un incendio incontrolable
Va devorando mis interioridades,
Una pasión que hipnotiza mi cerebro
Despertando mis instintos salvaje.

Yo te sueño entre mis brazos
Y me arrebata este deseo,
De hacerte enloquecer
Con la magia de mis dedos.

Tú te cruzas de repente
y disparas justo al pecho,
me miras a los ojos fijamente
Interpretando mis secretos.

El suspiro y el incendio
Actúan en complicidad,
Solo espero que soluciones
Esta inmensa soledad.

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