
El rocío de la mañana
golpea estruendosamente
los pétalos de la flor herida;
flor que agoniza en medio del pasto,
desafiando la ilusión
de un beso enamorado,
Concebido en primavera;
beso que se encarna
en un alma cualquiera,
queriendo probar otros sabores.
¡Quizás ella tuvo mil amores!
Pero en mis cenizas se quedó.
Gotas de tiempo
que enferman la piel
de quien por amor todo lo espera.
Luna nueva,
con días iguales a los del mundo;
sentimiento oculto
que se esconde en el rumor
de una mirada inspiradora de pasiones.
Hay quienes rompen corazones
con sus lagrimas de sal.
Soledad de huesos fríos
que consumen una existencia;
y duele la maleza
cuando se inyecta en lo profundo
de mi piel oscura.
Amor, ámame antes que la luna
sepulte en mí sus rayos de luz,
solo porque me duele el pasado
en el que nunca has estado,
aunque yo éste lleno de ti.
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