BIENVENIDO/AS, Sensibles del planeta.

Es evidente que hacer poesía precisa de una condición especial, innata en ciertos aspectos, adquirida en otros tantos. Pero lo que nunca puede faltar en el interior de todo aquel que es o aspire ser poeta, independientemente de su condición humana, de su formación académica y sus circunstancias sociales, es esa chispa de pasión que enciende y pone en marcha el motor de su imaginación, que lo echa a volar, que lo trasporta hacia mundos extraños cuya profanación está rotundamente prohibida al común de la gente, a aquellos que carecen de la sensibilidad y la delicadeza necesarias para transformar lo simple en complejo y lo complejo en simple, lo inexplicable en comprensible, lo misterioso en común, lo grande en pequeño, lo feo en atractivo, lo sublime en alcanzable… Por eso el poeta suele ser para muchos un ser extraño, dotado de cualidades excepcionales, incomprendido en muchos casos; pero respetable siempre, por sus dotes virtuosas de hábil receptor de las vicisitudes que ocurren en su entorno.

jueves, 14 de octubre de 2010

CORAZÓN ALFARERO

Corazón alfarero,

Que salpicas de incontrolables angustias mis anhelos,

Que desdibuja mi sombra

Y al espejo prohíbes mi reflejo.

Tus ojos me miran

pero no me pertenecen,

son tal vez de otro,

como tu eres mía en la monotonía de mis sueños

eternamente preñados de eternidad.

Al pensar en ti

descubro con interna rabia imprudente que otras no existen,

que no hay espacio para el olvido

en este sentimiento que sin querer construiste.

Tu boca me nombra

y por las noches,

no es a mi boca a la que besas,

y yo como un tonto durmiendo en el mismo ataúd de esta ilusión

donde moriré yo, segundos antes de que muera el amor.

Corazón alfarero

que ama su arte desgarrador,

queriendo echar de sus interioridades

su alma enamorada, triste y confundida,

pero nació contigo, alfarero, hasta que mueras un día.

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