BIENVENIDO/AS, Sensibles del planeta.

Es evidente que hacer poesía precisa de una condición especial, innata en ciertos aspectos, adquirida en otros tantos. Pero lo que nunca puede faltar en el interior de todo aquel que es o aspire ser poeta, independientemente de su condición humana, de su formación académica y sus circunstancias sociales, es esa chispa de pasión que enciende y pone en marcha el motor de su imaginación, que lo echa a volar, que lo trasporta hacia mundos extraños cuya profanación está rotundamente prohibida al común de la gente, a aquellos que carecen de la sensibilidad y la delicadeza necesarias para transformar lo simple en complejo y lo complejo en simple, lo inexplicable en comprensible, lo misterioso en común, lo grande en pequeño, lo feo en atractivo, lo sublime en alcanzable… Por eso el poeta suele ser para muchos un ser extraño, dotado de cualidades excepcionales, incomprendido en muchos casos; pero respetable siempre, por sus dotes virtuosas de hábil receptor de las vicisitudes que ocurren en su entorno.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

LA HUIDA DEL ALMA.




Puedo morir una mañana cualquiera, 
sentir como se alejan de mis tus pisadas,
 mientras en silencio
el alma también me abandona.

 quizás agonice una tarde de enero
 y quizás una madrugada
 mis enemigos realizaran mi entierro.

 Moriré dos veces 
si tus manos no me tocan 
e iré al purgatorio si no me besa tu boca.

 Será mi partida infeliz 
si no conozco tus gemidos, 
si me prohíbes el placer 
de tu amor que no es mío.

 Mi corazón te desea 
sin que lo sospeches,
 nunca me extrañaras
 evidentemente. 

Serás una gota de sol 
reflejada en mis lágrimas, 
que recorreré mis mejillas
al recordarte cada nueva mañana.

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