BIENVENIDO/AS, Sensibles del planeta.

Es evidente que hacer poesía precisa de una condición especial, innata en ciertos aspectos, adquirida en otros tantos. Pero lo que nunca puede faltar en el interior de todo aquel que es o aspire ser poeta, independientemente de su condición humana, de su formación académica y sus circunstancias sociales, es esa chispa de pasión que enciende y pone en marcha el motor de su imaginación, que lo echa a volar, que lo trasporta hacia mundos extraños cuya profanación está rotundamente prohibida al común de la gente, a aquellos que carecen de la sensibilidad y la delicadeza necesarias para transformar lo simple en complejo y lo complejo en simple, lo inexplicable en comprensible, lo misterioso en común, lo grande en pequeño, lo feo en atractivo, lo sublime en alcanzable… Por eso el poeta suele ser para muchos un ser extraño, dotado de cualidades excepcionales, incomprendido en muchos casos; pero respetable siempre, por sus dotes virtuosas de hábil receptor de las vicisitudes que ocurren en su entorno.

jueves, 16 de septiembre de 2010

LAGUNA DE LLANTO


Eres nube gris
que de mi cielo se espanta,
amenazada de frío,
llorando el más aterrante de los miedos,
siempre inundada de amores,
desde la piel
hasta los tuéstanos de mis huesos.

Temblor de hiel.
De mi riza, su amargo principio.
Imperdonable pecado mortal
que me persigue
suicidio tras suicidio.

Eres nube gris
que sobre una rosa se confiesa,
se adormece en sus pétalos
después de haber besado su raíz,
mendiga de amoríos.
En el espejo de tus ojos
agonizante me he visto,
por que sin ti solo soy del suelo.

Atravesaré las lagunas
de tu leve juventud,
aguda nube primaveral.
Con mis ojos madrugados de llanto
me sumare a tu rocío,
amarga cuna del delirio
de mi eterna soledad.

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