
Húmeda luna
que en mis ojos de rocío intentas tejer tu nido,
es inmenso tu dolor
y lastimoso tu vacío.
Esta es la hora tercera
de la madrugada más fría que he vivido;
quizás me acueste con otra una noche,
pero estaré en mi desdicha soñando contigo.
Que me duelan los pasos que de ti me alejan,
que no te mire mi alma como una frontera desierta,
que no sea tan inmenso mi deseo de tenerte,
y que esta renuncia mía
no sea para siempre.
Húmeda luna
tú la has visto llorar sus lagrimas mías,
con el alma rota
de eterno pasado humedecida.
Esta es la hora cuarta
y mis ojos de lluvia me prohíben el sueño;
quisiera sentir entero tu dolor
y sepultar tu pasado en el silencio.
¿Por qué huyes de mí?
Si al contacto de un beso podría cambiar tu mundo.
Hoy me aterran estas ganas de ti,
No hay comentarios:
Publicar un comentario