
Pensé que eras tú,
el olor de las flores mintió,
y confundió mi olfato ingenuo,
de haberte amado un poco mas
me hubiera quedado sin aliento.
Son continuos mis fracasos,
siguen siendo tuyos mis latidos,
se burla de mí esta alma rota
experta en fallos de olvidos.
La radio tocaba aquella balada
que nos dio mil razones para juntar los labios,
sonreía de rabia
pues te estaba esperando.
Pensé que eras tú,
y perfumé mi cuello
para alegrar tu nariz,
me puse la camisa de rayas
la misma que llevaba cuando te conocí.
Te soñaba desnuda junto a mí
musicalizando mis deseos de colmar de besos tu espalda,
pero tu amor se extinguió
y no quería aceptar que el amor acababa.
Debiste volver,
quizás lo hagas mañana cuando este muriendo,
vendrás cuando la tierra reclame irreprochable
mi ultima dosis de aliento.
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