Peregrinaré tus huellas,
lejano camino.
Me perderé en tus noches
y sufriré tu olvido,
porque en soledad padezco llanto.
Yo he probado los azúcares de un pasado
que le fue rudo y amargo a mi paladar.
Sentiré nostalgias hasta lograr conjugar
en mis ojos de lluvia
el verbo llorar.
Peregrinaré tus huellas,
sendero lluvioso.
Morirás de angustia
al mirarme a los ojos,
porque en sus afueras
una ilusión muere de asfixia
por una irrefutable:
¡Yo nunca creí poder amarte!
hasta el punto de olvidar que estoy vivo.
Peregrinaré tus huellas
hasta que el sol se pierda en el ocaso.
Moriré de pie y no seré sepultado,
porque estatua seré de tu olvido
y monumento de tu pasado.
lejano camino.
Me perderé en tus noches
y sufriré tu olvido,
porque en soledad padezco llanto.
Yo he probado los azúcares de un pasado
que le fue rudo y amargo a mi paladar.
Sentiré nostalgias hasta lograr conjugar
en mis ojos de lluvia
el verbo llorar.
Peregrinaré tus huellas,
sendero lluvioso.
Morirás de angustia
al mirarme a los ojos,
porque en sus afueras
una ilusión muere de asfixia
por una irrefutable:
¡Yo nunca creí poder amarte!
hasta el punto de olvidar que estoy vivo.
Peregrinaré tus huellas
hasta que el sol se pierda en el ocaso.
Moriré de pie y no seré sepultado,
porque estatua seré de tu olvido
y monumento de tu pasado.
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