
Una gota de delirio
se deslizó en mis pensamientos,
para recorrer mi mundo de sueños
en un vuelo de ilusiones.
Queriendo hacer de tripas corazones
se volcó sobre la nada,
tan solo para hacerme recordar
que el amor no es barato;
que el amor cuesta
lo que nos cuesta vivir
en este infierno apagado.
Yo he llorado como llora el amargo
de la sábila en su tristeza,
gracias a la podredumbre
de la realidad que me tocó.
Porque el amor es más
que devorar un alma con la mirada;
quizás solo es cobijar un cuerpo
con caricias enamoradas,
bajo el maleficio de la intimidad.
El amor es volar sin alas
hacia las buenas intenciones.
El amor es hacer de tripas corazones
y construir sobre sus amores
un sentimiento crudo y puro,
tan sincero y tan profundo
como el porqué de la existencia.
Y sobre mis penas ciegas
guardo el peso del deseo,
porque no conozco el amor
aunque me muero por conocerlo.
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