BIENVENIDO/AS, Sensibles del planeta.

Es evidente que hacer poesía precisa de una condición especial, innata en ciertos aspectos, adquirida en otros tantos. Pero lo que nunca puede faltar en el interior de todo aquel que es o aspire ser poeta, independientemente de su condición humana, de su formación académica y sus circunstancias sociales, es esa chispa de pasión que enciende y pone en marcha el motor de su imaginación, que lo echa a volar, que lo trasporta hacia mundos extraños cuya profanación está rotundamente prohibida al común de la gente, a aquellos que carecen de la sensibilidad y la delicadeza necesarias para transformar lo simple en complejo y lo complejo en simple, lo inexplicable en comprensible, lo misterioso en común, lo grande en pequeño, lo feo en atractivo, lo sublime en alcanzable… Por eso el poeta suele ser para muchos un ser extraño, dotado de cualidades excepcionales, incomprendido en muchos casos; pero respetable siempre, por sus dotes virtuosas de hábil receptor de las vicisitudes que ocurren en su entorno.

lunes, 11 de octubre de 2010

VERDADES MENTIROSA

Gota a gota,

mis lágrimas besando la roca

del invierno de mi vida.

Me miró la pena,

contempló mis heridas,

se acercó y se dejó sentir en mí

con su fría melancolía.

Yo nunca creí

que su abrazo lastimaría

lo que el tiempo había curado.

Pero me tropecé

con un recuerdo enamorado

que dormía en el ayer,

abrigado con la espera.

Yo me llené de sombra

cuando se apagaron las velas

de mis años mejores

y contrajeron nupcias

la suerte y la vergüenza;

porque nunca se me acercó a tiempo,

ni siquiera en el mal momento

en que la soledad dolía.

Yo he navegado los mares de la vida

en medio del ojo de la tormenta,

esperando llegar al puerto

de la muerte que se acerca

fuera de tiempo.

Ese que se expande como el eco

sobre el hueco de la historia,

bien aromatizando el mal olor

de mis verdades mentirosas;

las que guardo en secreto.

Y me descubro porque siento

que si miento

nada soy.

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