
Dejo de ser mi amante,
fueron mio sus besos cuando sus labios eran mas ajenos,
presumía frente a todos su tesoro mas excelso
un tonto desconocía, que otra alma era su dueño.
El camino a mi alcoba estaba llena de sucesos,
Se desnudaba frente a mi al llegar a mi puerta,
en mi lengua tengo su sabor
y la tibieza incomparable de la parte neutral Ude sus infinitas piernas.
Pierde la cordura al mirarse en el espejo
cuando mi piel cubría su cuerpo,
susurraba en mi oido izquierdo
sus deseos de volverlo hacer.
Ella dejo de ser mi amante
y llora mi ausencia algunas noches,
extraña mi sexo en su boca
y la ternura de mi rose,
que anunciaba el inicio de la pasión.
Me acusa de la totalidad de sus orgasmos
y me odia por hacerla enloquecer,
lamenta no haberme conocido antes
y yo sufro el amarle después,
porque me hiere su error infinito.
No es mi amante,
solo soy un objeto de sus anhelos,
una victima satisfecha
que de migajas me alimento,
por mi hambre de su amor.
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