BIENVENIDO/AS, Sensibles del planeta.

Es evidente que hacer poesía precisa de una condición especial, innata en ciertos aspectos, adquirida en otros tantos. Pero lo que nunca puede faltar en el interior de todo aquel que es o aspire ser poeta, independientemente de su condición humana, de su formación académica y sus circunstancias sociales, es esa chispa de pasión que enciende y pone en marcha el motor de su imaginación, que lo echa a volar, que lo trasporta hacia mundos extraños cuya profanación está rotundamente prohibida al común de la gente, a aquellos que carecen de la sensibilidad y la delicadeza necesarias para transformar lo simple en complejo y lo complejo en simple, lo inexplicable en comprensible, lo misterioso en común, lo grande en pequeño, lo feo en atractivo, lo sublime en alcanzable… Por eso el poeta suele ser para muchos un ser extraño, dotado de cualidades excepcionales, incomprendido en muchos casos; pero respetable siempre, por sus dotes virtuosas de hábil receptor de las vicisitudes que ocurren en su entorno.

sábado, 11 de diciembre de 2010

EL EMBRUJO DE SU LENGUA

Se desvistio de pronto,

le urgía amarme y sentirse satisfecha,

salto sobre mi embriagada de motivos

como fiera indomable que atacaba su presa,

deseando fundir en aquella madrugada

la totalidad de su dolorosa espera.

Estaba maldito su beso,

han pasado tantas noches desde aquel accidente de labios

y aun siento su hechizo,

imagino que no fue un dios bueno

el que la puso en mi camino.

Me embrujo de tal manera

que trastorno mi ave maría, y disloco mi padre nuestro,

y no me faltan tentaciones

cuando pienso en sus hermosos pechos.

Su lengua veloz se perdio unos instantes en mi boca pecadora

y descubrio en mis signos vitales nuevas formas de excitación.

su hermoso ombligo era solo una cascada,

y mi lengua marinera se precipito hacia el fondo de sus ganas,

componiendo el vals de los gemidos.

Me siento adicto a sus manos

si, a sus pequeñas manos de diosa,

adicto a tu toque impensado

justo en el punto donde la pasion explota.

Era ardiente su lengua,

viajo por mis piernas con el equipaje de su aliento mágico,

me provoco una erección

y me dejo enamorado.

Fue furtivo aquel encuentro,

la luna se graduó de espía nocturna armada de sus rayos de luz,

mi mundo giraba diferente

cuando en mi vida estabas tu.

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